SENTENCIADO A MUERTE.
En Moaña, Pontevedra, España, a 20 de abril de 2021.
Hola hijos míos. Quiero deciros algo muy importante, que me sucedió esta tarde. Pues estando yo en el mirador de Cotorredondo en el Lago de Castiñeiras, un coche blanco con matrícula 3468 KKT, aparcó delante de mí. Y al principio no le di importancia, porque allí suelen parar los coches. Pero me extrañó que echara tanto tiempo y empecé a preocuparme y sin que me viese a observarlo. Y empecé a observar que dicho individuo, cuando paraba algún vehículo allí y la gente salía del coche y se acercaba a mirar el paisaje. Pues dicho individuo se encogía en su asiento y se ponía la mascarilla, como escondiéndose, para que no lo viesen. Y esta actitud empezó a preocuparme y como ya llevaba cerca de dos horas allí, decidí cambiarme de sitio, para comprobar si era una manía mía o dicho individuo, me seguía. Así que arranqué el vehículo y me fui del mirador hacia el Lago. Y al poco vi que el coche me seguía y por dos veces paso por donde yo había parado. Y luego después de pasar de vuelta por donde yo estaba, volvió a aparcar de nuevo detrás mía. Y yo viendo que este personaje me perseguía, llamé a la Guardia Civil. Y le conté lo que me estaba pasando y le di la matrícula de este coche que me perseguía y después de comprobar la Guardia civil dicha matricula, me dijeron que era un coche alquilado de Madrid. Y eso fue todo y no me hicieron caso y me mandaron cambiar de nuevo de sitio. Por lo que me vine para Moaña, Pontevedra. Por lo que os digo que está vez mandan un profesional para acabar con mi vida. Y esta vez mi vida está en peligro de muerte, y, ante un asesino profesional, tengo pocas opciones de salvación. Por lo que os digo que voy a durar poco tiempo y quiero despedirme de vosotros y deciros que os quiero y estoy orgulloso, de que seáis mis hijos. Os quiero mucho y sé que me queda poco tiempo, porque me localizan por mí teléfono. Besos y abrazos para todos de Papá.
Porque los narcotraficantes y blanqueadores de dinero, hace tiempo que me han sentenciado a muerte. Y es debido a eso que sufrí varios envenenamientos y acudí tantas veces a urgencias y estuve varias veces al borde de la muerte. Pero se cansaron de este método para acabar con mi vida y ahora mandan a un profesional para acabar de una vez y rápido, conmigo. Se acabó el andarse con remilgos al ver que siempre hasta ahora he logrado de una u otra forma superar los envenenamientos. Y lo peor es que nadie me cree, por padecer una depresión. Porque estos narcotraficantes y blanqueadores de dinero, forman parte de una gran mafia internacional.
Cristo Maestro Andar
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