SENTENCIADO A MUERTE 2.

SENTENCIADO A MUERTE 2.

A 22 de abril de 2021.

 

 

 Ya os he contado que las mafias internacionales me han condenado a muerte. Y deciros que las fuerzas de seguridad del estado están corrompidas y al servicio de estas enormes mafias de poder, que ponen a sus políticos en los puestos más elevados en nuestro país. Y que cuándo yo fui a denunciar a la comandancia de la guardia civil, a quién hace años me sugirió, si les blanqueaba dinero, y me negué a hacerlo. Pues la guardia civil, en vez de abrirle una investigación a dicho individuo, y tirar de la manta, y poner al descubierto a esta mafia de narcotraficantes y blanqueadores de dinero, y en vez de cumplir con su obligación, optaron por conducirme a urgencias médicas para que me internaran en la planta siquiatra del correspondiente hospital que me correspondía y así hacerme pasar por un pobre loco paranoico. Pero en el hospital en el tiempo que allí estuve, que fueron tres días, me observaron y estuvieron estudiándome tres siquiatras, que determinaron que no estaba tan mal, como lo determinaron los guardias civiles, por lo que a los tres días de hospitalización, decidieron darme el alta hospitalaria y me mandaron de vuelta para mi casa. Con esta actuación de la guardia civil, queda muy claro, a quienes tratan en realidad proteger. Pero esto no fue todo, sino que avisaron a los mafiosos de mi intencionada denuncia hacia ellos. Y como consecuencia de esto, los narcos y blanqueadores, decidieron acabar con mi vida de manera ya no tan sutil, como con los varios envenenamientos que he sufrido estos años. Sino que ahora habían decidido acabar con mi vida, de forma más rápida, pero al mismo tiempo que pareciese muerte natural. De ahí que está vez optaran por un asesino profesional.

Cristo Maestro Andar

 Nota: Espero que si me matan, mi muerte sirva para abrir una investigación, para acabar de una vez por todas con estas mafias internacionales y con todas las fuerzas de seguridad que les sirven de apoyo y de matones. Porque estos debieran de estar y existir, para proteger a los ciudadanos de los delincuentes y no para proteger a los delincuentes de los ciudadanos.