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Un Gran Monte

LA FELICIDAD NATURAL

LA FELICIDAD NATURAL

SÁBADO, 3 DE JUNIO DE 2023

 LA FELICIDAD NATURAL.

Quiroga a 03 de junio de 2023. 

 


 

Me asomo una y otra vez a mis ventanas, para observar las lejanas montañas. Y, las contemplo una y otra vez como si fuesen la primera vez, como cuando contemplo mis sentimientos, emociones y deseos como si los descubriera por primera vez. Me parece increíble que en cada día, en cada hora, en cada momento, en cada instante, mis sentimientos, pensamientos, emociones y deseos, naciesen y brotasen, de mi profunda alma, siempre, siempre, como si acabasen de nacer. No existe nada viejo en ellos, todo parece siempre nuevo y fresco. Como nuevos y frescos, son cada momento, cada instante, cada amanecer, cada atardecer, cada día y cada noche.

 

Yo parezco siempre el mismo, aunque no quiera reconocer que en cada instante, en cada momento, todas mis células de mi cuerpo, están renovándose continuamente, muriendo y naciendo, como si la vida fuese eterna. Como eternos me parecen mis defectos, Como eternos parecen mis pecados, que parece que, nunca alcanzan su culmen, su fin. Y, pasan los años y mi alma llena de defectos, sigue sumergiéndose en lo más profundo de esas montañas que tengo enfrente, como buscando el más profundo suelo, donde mi alma toque fondo y pare de descender, en la degradación corrompida en la que se halla buceando, para decir, ¡Basta! ¡Hasta aquí he llegado! ¡Basta este es el final de la caída a donde mi ser es arrastrado con todas las fuerzas de mis caídos deseos! Sin embargo, esa caída sigue y sigue, y parece no tener fin, ni fondo donde caer, ni fondo donde chocar, ni fondo donde parar y descansar.

 

Es hermoso levantarse al amanecer cuando la luz empieza a romper la oscuridad, y escuchar la dulce armonía de la naturaleza que se despierta. Los pajarillos cantan alegremente, como si fuese siempre la primera vez que amanece. Y, cuando empieza a anochecer, el silencio se rompe y de nuevo la naturaleza parece despertarse y los pajarillos llenan de alegría los aires, como si fuese la culminación de un día feliz. ¿Dónde está nuestra alegría natural al despertarnos en los amaneceres o al despedir nuestros días en nuestros atardeceres? ¿Qué es lo que pasa en nuestras vidas humanas, que hasta los pajarillos, están felices en cada amanecer y en cada anochecer? ¿Es que nosotros con toda nuestra inteligencia, aprendizajes, experiencias y sabidurías, hemos perdido las más simples actitudes naturales, que hasta los pajarillos conservan inconscientemente? ¿Qué cosas tan terribles están pasando con la vida de los seres humanos, que hemos perdido a pesar de toda nuestra inteligencia y sabiduría, las capacidades naturales, que hasta los más simples e ignorantes, de los animales conservan? ¿En verdad que somos tan inteligentes y sabios, que hasta la misma naturaleza con toda su cruel crudeza, es capaz a pesar de todos sus aconteceres y pesares, de mostrarse más feliz, que el más feliz de los seres humanos?

 

Los animales no necesitan pensar, solo guiarse por sentidos naturales.

Los animales no necesitan reflexionar, sobre sus pensamientos, sentimientos emociones y deseos. ¡Tan solo siguen los instintos de su propia naturaleza! Sin embargo, nosotros los seres humanos, con toda nuestra inteligencia, para reflexionar sobre nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y deseos, somos inútilmente incapaces conscientemente de cambiar nuestras antinaturales aptitudes, nuestros antinaturales comportamientos. Sin embargo nosotros los seres humanos con todas las sobrenaturales capacidades, talentos, entendimiento, razonamiento, y nuestra tan estimada y sobrevalorada, conciencia y conocimiento del bien y del mal, hemos perdido de tal manera la cordura, que nuestras MENTES navegan extraviadas y perdidas por nuestras descarriadas vidas. ¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Acaso, tal vez o quizás, hemos perdido la capacidad natural para comprender lo que está bien o mal? ¿Acaso, tal vez o quizás, hemos perdido la capacidad natural que corresponde a un ser humano inteligente y racional,  para comprender sencillamente, lo que nos conviene para encontrar nuestra felicidad natural? ¡Si, los simples pajarillos son capaces de sentirse al amanecer y al anochecer, más felices que los seres humanos, que somos seres más inteligentes, y sabios, y conocedores del bien y del mal, y, que tenemos el poder de construir instante a instante, momento a momento, día a día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año, nuestro destino,! ¡Decidir, determinar, resolver, solucionar, remediar, corregir, rectificar y crear a voluntad nuestro futuro! ¿Por qué, no lo hacemos de forma natural? ¿Es que algo, mucho o todo, lo estamos haciendo mal?

 

¡De verdad os digo, que cada mañana y en cada anochecer, siento verdadera envidia de todos esos felices pajarillos, que con toda la alegría de su alma, dan la bienvenida a cada día, y la bienvenida a cada noche!

Maestro Andar.

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