MIS SACRIFICIOS POR LA VIDA.
A 11 de enero de 2012.
Hola hijos míos.
Os aseguro que, no he hecho tantos ayunos para hacer política, ni coger fama, ni los he convertido en polémicas huelgas de hambre, para salir en los medios, porque si yo hiciese una huelga de hambre para reivindicar mis ideales, los Ideales de Dios, que, por decencia y honradez me dejaría morir, por no verse cumplidos mis deseos o utopías, sino, porque mi poca y decente dignidad, me impediría interrumpir dichas huelgas de hambre, y, yo no hacia mis ayunos en los cuales estaba arriesgando mi vida para, por dignidad y honradez dejarme morir de hambre, sino, que hacia mis ayunos para precisamente salvar mi vida, que habíais herido mortalmente en varias ocasiones, y, yo hacía mis ayunos, no solo para salvar mi vida, sino, también para salvar la de todos aquellos, a los cuales mediante mis profetas y mensajeros se le había prometido ser salvados. Tengo que decir, que, en uno de estos ayunos estaba tan lleno de ira y furioso con el mundo, que había decidido dejarme morir de hambre, porque yo no me merecía todo aquello que se me estaba haciendo y el mundo, este mundo no se merecía que yo hiciese nada por el, no se merecía un gramo más de mi aliento, no se merecía ni un segundo más de mi vida aquí, en medio de vuestras malas artes, mala fe. No me merecía compartir y sacudirme a cada instante el polvo de vuestras maldades que continuamente caía sobre mí ensuciándome. Pero Dios, mi Espíritu me salvó de nuevo, y me llenó de fuerzas y de su vida, para proseguir con la cruz de largos y pesados sufrimientos, que todavía tenía que arrastrar hasta que todo mi poder y gloria celestial descendiese del Cielo sobre mí, y así, cumplir con nuestro deber, con nuestra Palabra dada a nuestros mensajeros y profetas. También sabía perfectamente que, si Dios no me había mentido en sus promesas hacia mí y sobre quien era en realidad, no me dejaría morir de hambre, y, esto lo necesitaba, pues necesitaba de otro milagro para confirmar que yo era quien era y que estaba asistido directamente por Dios.
No, no he hecho mis ayunos por sentirme derrotado, sino, por vencer a la muerte y a todos aquellos que intentaban por todos los medios quitarme de en medio, y así al mismo tiempo recuperarme físicamente, y además para reforzar muchas veces mi debilitada fe. Y, en mis largos ayunos, ya no hablo de los pequeños ayunos de menos o más de una semana, sino, de mis grandes ayunos, no estaba asistido por médicos, ni por especialistas en dichos temas, ni por místicos, ni por compañeros de camino, sino, que estaba asistido por nadie, tan solo, me asistió físicamente en mi primer ayuno, la que ahora es mi ex esposa, pero en los siguientes, ni siquiera soporte físico tenia, tan solo estaba asistido, por mis ganas de vivir, por mi voluntad de vivir para llevar mis ideales a la práctica, y, sobre todo, también estaba asistido por mi fe. Por mi fe en Dios y sus promesas hacia mí, y, por las promesas que Dios había hecho a parte de la humanidad.
Pero no espero que me creáis, porque la verdad a estas alturas, no espero nada de vosotros, pues si no me habéis reconocido ya, cuando lo hagáis, ya no será necesario para nada más que, para saber quién es cada cual y que es lo que lo ha movido a ser, un ser infiel a Dios y a todos sus Mandatos y Leyes. Porque a estas alturas, la verdad, ya no espero nada de vosotros, pues antes si, os necesitaba cuando mi fe era vacilante y poca, cuando mis apuros espirituales se hallaban extraviados entre varios mundos de soledad. Ahora la verdad, ya no espero nada de vosotros, pues cuando os necesitaba y mi vida era cruelmente e injustamente perseguida os sumasteis a mis enemigos, y os reíais, y os burlabais, y, hasta con vuestra sucia conciencia justificabais todo lo que me estaba pasando. Pero esto, ya lo hacíais en tiempos de Jesucristo, cuando después de querer nombrarlo rey de los judíos, pasasteis a condenarlo públicamente, a escupirlo y a avergonzaros de Él, y a pedir la liberación de Barrabas, a pedir la liberación de un delincuente, al cual identificabais más con vosotros mismos, y con vuestra naturaleza corrupta, que aquel Jesucristo que os hablaba de la Justicia de Dios. Que os hablaba de amar al prójimo como a vosotros mismos, y, que os dijo que volvería a la Tierra en la gloria y el poder de Dios, y, que cuando volviese lo haría de igual forma que había abandonado este mundo, perseguido y despreciado ¿todavía no encontráis relación entre el pasado y lo que me habéis estado haciendo a mí, desde que sospecháis quien pudiera ser en realidad en esta época? Bueno, en esto no voy a ayudaros, ni quiero ayudaros, pues no necesito el reconocimiento de nadie, absolutamente de nadie de este mundo, para ser quien soy. Ni necesito el reconocimiento de nadie, de absolutamente nadie de este mundo, para que mi poder natural y mi gloria divina, desciendan desde los cielos a mí, y, podéis estar seguros que nadie podrá impedir, que se cumplan las Sagradas Escrituras ¿qué clase de Dios del Cielo sería, si dependiese de vuestra voluntad? ¿Qué clase de Dios del Cielo sería, si mi poder y gloria dependiese de vuestro reconocimiento? ¿Qué clase de Dios del Cielo sería, si mi fe y mi voluntad, dependiesen de vuestros caprichos y aceptaciones, o, de vuestros acuerdos, o de vuestras negociaciones?
Yo estoy seguro de quien realmente soy, aunque tardé mucho tiempo en creérmelo y aceptarlo, aunque mi Espíritu divino constantemente me daba pruebas de ello, mas, como ser humano, me costaba aceptar que algo tan grandioso se pudiese hacer humano, y se pudiese vestir de hombre, más, si Dios es real, si Dios existe, Si Dios es todopoderoso, ¿qué le impediría hacer y realizar algo tan sencillo, como vestirse de hombre? Os aseguro que mi voluntad es muy fuerte, ya podéis imaginaros el tiempo que en solitario llevo luchando contra el mal visible e invisible. El tiempo que llevo luchando contra el imperio del mal consciente e inconsciente, y, si no habitara dentro de mí el Espíritu de Dios, os aseguro que de tantos años de persecución a todos los niveles visibles e invisibles, ningún ser humano hubiese siquiera sobrevivido un solo año, ¿y sabéis por qué? Porque en todos estos años, nunca he tenido de nadie, absolutamente de nadie, siquiera una palabra de ánimo, ni el más mínimo apoyo, ni moral, ni físico, ni material, ni de fe, ni espiritual de ningún ser humano, ni siquiera el más mínimo reconocimiento, de un solo ser humano, de que al menos, yo estaba haciendo lo correcto, lo bueno, lo justo, etc., ya no digamos de sentirse compañero de camino y de compartir ideales o utopías, de compartir la fe, un trabajo en común, etc., ¿creéis que ahora, después de pasar lo que pasé, y que me estoy volviendo fuerte, os necesito, para qué? ¡No, ahora ya no os necesito, pues he encontrado a Dios dentro de mí! ¡No, ahora ya no necesito nada de vosotros, pues se despertó en mí, mi Espíritu divino! ¿Clase de Dios del Cielo sería, si os necesitase para ser quién soy? ¿Comprendéis algo tan simple y sencillo? ¿O, necesitáis telenovelas y culebrones para entenderlo?
¡No, no os necesito ahora que ya sé quién soy, ni mucho menos, quiero ya nada de vosotros para ser quien soy, ni mucho menos necesito vuestra aprobación, vuestra aceptación, ni vuestra vocación, ni vuestra voluntad, ni vuestra combustible fe!
¡De vosotros ya no quiero nada, ni espero nada! ¿Y, vosotros esperáis algo de vosotros mismos? ¿O, seguiréis con más de lo mismo?
Bueno, este es vuestro grave problema, y os toca a vosotros resolverlo, no a mí. Yo estoy cumpliendo con mis Promesas según está Escrito y Prometido. Os aseguro que yo, ya he hecho de más, os he estado haciendo el trabajo atrasado que teníais, os estado haciendo los deberes, pero todo tiene un límite, todo tiene un final de camino, todo tiene un examen final, y os he ayudado mucho más, de lo que os merecisteis siempre, pero lo que no puedo consentiros a los más suspensos, es que os riais y os burléis de todos los conceptos mínimos, de todas las Leyes mínimas que rigen la armonía y el orden de todo cuanto existe, para como los chulillos y gamberrillos de la clase, convirtáis este mundo por más tiempo en un estercolero, donde para imaginarse que es distinto, necesitáis de todo tipo de drogas legales o ilegales, para engañaros y justificar vuestros comportamientos animalescos y ruines.
Dios del Cielo (Cristo Maestro Andar)
¡Acudid a la llamada de vuestro pastor, levantaos ovejas mías!
¡Acudid a la llamada de vuestro Padre, despertad y levantaos hijos míos!
¡ACUDID A LA LLAMADA DEL DIOS DEL CIELO!
¡Manifestaos por la justicia social, por la igualdad social y económica, por la paz, por el amor, por la libertad y por vuestra felicidad, todos los domingos a las 13 horas por toda la Tierra! ¡Así se conocerán mis ovejas, mis hijos, mis santos, así se conocerán mis ángeles, así os reconoceré, y, así, sabré que me reconocéis, y, que, no os avergonzáis de mi, pues quien se avergüenza de mi, se avergüenza del bien, y, se avergüenza de todo lo que está Escrito en las Sagradas Escrituras, y, además se avergüenza de llevar parte de mi genética Divina, y, además es cómplice del mal que domina este mundo!
¡POR UN SOLO PAIS, EL MUNDO! ¡POR UNA SOLA BANDERA! ¡POR UN SOLO IDIOMA! ¡POR UN SOLO DIOS!
Os quiero hijos míos. Justicia, paz, amor y felicidad.-Dios Poderoso (Cristo Maestro Andar)
Mandar a todo medio de comunicación, organismos, ONU, políticos, religiosos, iglesias, ONG, sindicatos, Internet, etc., nacionales e internacionales (Traducir a otros idiomas)
(Más información en: cristo.webblog.es, ungranmonte.wordpress.com, ungranmonte.blogia.com, ungranmonte.blogspot.com)
0 comentarios