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Un Gran Monte

-LA ENFERMEDAD Y EL PECADO-

jueves 28 de enero de 2010

---LA ENFERMEDAD Y EL PECADO---



La enfermedad y el pecado.







Pontevedra a 28 de enero de 2010.






Hola hijos míos.






Dice un antiguo refrán, que no se sabe lo que es la salud, hasta que se pierde.






Claro está, que se está hablando de la salud física. Sin embargo, yo os digo, que, cuando se pierde la salud física, hace ya años que hemos perdido nuestra salud espiritual. Es más, muchísimas veces, incluso hemos perdido nuestra salud espiritual antes de nacer, y, arrastramos nuestras enfermedades de generación en generación, y, lo más grave de todo esto, es que, ya lo hacemos por tradición, por cultura, y por una malas costumbres de educación humana, y, a todas estas enfermedades que arrastramos por tradición, ya les hemos puesto nombre, y las llamamos enfermedades hereditarias.

Sin embargo, yo os digo, que, por ley natural, no se puede heredar un mal que no se merezca. Para los ateos, idólatras, etc. os diré, que, la naturaleza jamás es injusta, y, no carga sobre unos seres inocentes y puros, algo que no le corresponde, y, además por azar, por casualidad, etc., no, ya que, existe un orden y armonía natural de CORRESPONDENCIA Y COMPENSACION, en la genética de todo cuanto existe, para que no predomine el caos permanentemente, ni que, para que el caos domine sobre la armonía y orden natural universal.






Para los creyentes en Dios, les digo, que, Dios no es injusto, y no cargaría los pecados por tradicionales, por costumbre, por las malas educaciones y culturas humanas, sobre seres humanos inocentes y puros, o recién nacidos. Estos pecados son hereditarios porque, en nuestras anteriores vivencias, que las ha habido, hemos pecado por costumbre, tradición, cultura, etc., y, arrastramos genéticamente nuestros pecados de generación en generación, ya sea, a través de nuestros descendientes, las padezcan o no, hasta que, volvemos a este mundo, a retomar nuestros defectos donde los dejamos anteriormente, para proseguir con nuestra purificación espiritual.






Los ateos, idólatras, médicos, científicos, etc., llaman enfermedades a los pecados, no reconociendo, que, los pecados son enfermedades, y, generalmente, ni siquiera, reconociendo que muchas enfermedades son enfermedades, como por ejemplo la homosexualidad, y, mientras no se reconozca que se está enfermo, difícilmente se buscará una cura y un remedio, y mucho menos, se debe estar orgulloso y soberbio de estar enfermo. Si seguimos así, con este tipo de irracionalidad, no es de extrañar que, los enfermos de cáncer, dentro de poco se muestren contentos, soberbios y orgullosos de su enfermedad, y, que, en vez de tratar de curar las causas que producen estas terribles enfermedades, tratemos de curar la enfermedad, o, tratemos de curar los síntomas de esta terrible enfermedad, de manera, que, la erradiquemos de nuestra genética y de nuestras vidas. Más esto, resultará muy difícil, si hasta habéis convertido esta terrible enfermedad, en un buen negocio, donde se producen canceres a propósito, muchas veces por irradiación de muchos aparatos médicos, mal regulados a conciencia, para provocar estas terribles enfermedades, otras veces, con medicamentos, substancias, etc., y, otras veces, simplemente mintiendo y diagnosticando estas enfermedades para cubrir los cupos de enfermos, etc. y, muchísimas veces causando la muerte a propósito, al insistir con unos tratamientos y dosis, mortales de necesidad. Con esto, no estoy diciendo, que el cáncer no exista y esté presente en nuestra sociedad, más, si sois listos, comprenderéis, que, ha pasado a ser un buen negocio, y, también, un buen método de control social, sobre personas que no interesan socialmente, por lo que sea, etc. Investigad sobre esto que os digo, y, veréis las sorpresas que os lleváis, etc. Más, si sois cómplices de todas estas políticas, modas y culturas enfermas, luego, no tenéis derecho a protestar, o, a decir que es injusto, ya, que, vosotros al dejaros conducir como borregos al matadero, parece que así, por lo menos morís contentos y conformes, esto, es lo que se puede observar ante tanta maldad y corrupción y que no le ponéis fin. Y, esto, es lo que yo, observo en vuestro espíritu, pues yo, se cómo se siente vuestro espíritu, cuando vosotros decidís, con vuestra voluntad, dejaros arrastrar por la maldad que gobierna y conduce vuestras vidas. Yo, cuando observo el espíritu de todas aquellas personas que se van a morir, observo que están tristes, PERO CONFORMES, ya que, saben que en su vida han fracasado, y, que esperan que una nueva oportunidad, les sea concedida, para no cometer los mismos errores. Sin embargo, cuando una y otra vez, os doy una nueva oportunidad, para recuperar vuestros errores del pasado, al estar en este mundo consentís y permitís, que, los instintos y bajas pasiones os dominen, y, volvéis a cometer, una y otra vez, los mismos errores y pecados, por eso, los heredáis. Por eso, heredáis las enfermedades, porque simplemente son errores del pasado, que hay que volver a superar.






Pero ¿Qué es pecar? ¿Quizás, pecar no es más que simplemente incumplir unas Leyes y Normas Divinas?






Es más, ciertamente os digo, que, tan claro, como el cielo azul y la noche estrellada, que, las Leyes de Dios y sus Normas, son para que podamos alcanzar la salud espiritual, de una manera, ARMONIOSA UNIVERSALMENTE NATURAL, y, para que podamos alcanzar la salud espiritual, de una manera, ORDENADA UNIVERSALMENTE NATURAL. Os aseguro, que, cumpliendo con los Mandamientos de la Ley, SE CONSIGUE LA SALUD ESPIRITUAL, y, automáticamente, desaparecen la mayoría, y, las más graves enfermedades, y, dolencias físicas del cuerpo humano, dolor, sufrimientos, angustias, etc. Así, de esta forma, comprenderéis, que,


enfermedad, es lo mismo que pecar. Así, de esta forma, comprenderéis, que,


incumplir los Mandamientos de la Ley, no solo tiene consecuencias éticas, morales, de conciencia, de fe, etc., si no, que, al incumplir los Mandamientos de la Ley, da lugar a todo tipo de enfermedades PRIMERO ESPIRITUALES, luego con el tiempo, pasan a ser todo tipo de dolencias físicas y del cuerpo humano. Y también, al incumplir los Mandamientos de la Ley, da lugar, a todo tipo de maldad y corrupción, a todo tipo de conflictos sociales humanos, a todo tipo de injusticias, etc.






Bueno, ya hemos hablado de lo que es pecar. Ahora, hablemos de lo que es enfermedad. Según los entendidos ateos, médicos, científicos, etc., la enfermedad es la perdida de la salud del cuerpo humano, por distintas causas y razones, y, que se manifiestan y clasifican por unos u otros determinados síntomas, fiebre, mareos, nauseas, vómitos, diarrea, dolor, angustia, malestar general, fatiga, etc., y, sus tratamientos y remedios, consisten en tratar los síntomas y las causas más inmediatas, como puedan ser infecciones bacterianas, víricas, etc., Sin comprender, que, cuando existen en el cuerpo humano causas tan evidentes, como infecciones de todo tipo, traumatismos de todo tipo, dolencias de todo tipo, es que, son debido a transgredir una y otra vez los Mandamientos de la Ley de Dios. Esto, es muy parecido a este ejemplo que os voy a poner,

imaginaos que observáis que de un coche empieza a salir un poco de humo y vapor de agua, inmediatamente, lo mejor es apagarlo, dejar que se enfrie y ver si se ha quedado sin agua para refrigerar, para que el motor no se estropee del todo. Sin embargo, cuando observáis que el vehículo había quedado sin agua, lo rellenáis de este líquido y a seguir como si nada hubiese pasado. Más a la semana, vuelve a pasar lo mismo, y, volvéis a rellanarlo de agua, y continuar así de nuevo. Luego, ya a los dos días pasa lo mismo, luego, todos los días. Más mientras rellenéis de agua el motor sigue funcionando, aunque debido a tanto recalentamiento, cada vez, el motor tiene menos fuerza, hasta que llega el momento, que, no os da tiempo de rellenarlo y el motor se estropea del todo. Bueno, ahora, si queréis que este vehículo siga funcionando, hay que arreglar la mayoría de las piezas estropeadas del motor, con lo que la reparación es muy costosa y difícil. Esto, ha ocurrido, porque, se ha estado primero tratando los síntomas de la avería, para que dejara de echar humo y vapor de agua, luego, habéis dado el remedio a la causa primera, rellenándolo de agua, sin embargo, si hubieseis arreglado un pequeño agujero en el radiador, no hubiesen sido necesarios tantos quebraderos de cabeza, ni tantas molestias, ni tantas incomodidades, que surgían cada vez que el vehículo echaba humo y vapor de agua, pues ahora no solo hay que cambiar el radiador, etc., si no, arreglar unas grandes averías en todo el motor, como consecuencia de tratar solo los síntomas y las primeras causas que estaban a la vista.






Esto, mismo, ocurre también con el cuerpo humano, los síntomas y primeras causas que están a la vista son tratadas, creyendo así, que, se ha curado y remediado la, o, las enfermedades, más, la experiencia nos dice, que, no es así, y que, cuando se pierde la salud, vamos de achaque, en achaque, o de enfermedad en enfermedad, y, esto, claramente nos está avisando, y diciendo, que, no estamos curando las verdaderas causas que producen las enfermedades. Y, esto, claramente nos está avisando, que, las causas provienen de nuestro espíritu, de nuestra adormecida conciencia, de nuestra enferma alma. Más, esto, yo sé, que, la mayoría de los seres humanos lo sabéis, o, lo intuís ¿acaso, cuando cometéis una infracción de la Ley de Dios, seáis creyentes o no, no sentís como dentro vuestro, algo sabe diferente, como si hubieseis tomado una substancia que primero amarga vuestro paladar, luego, en vuestra garganta o vuestro estomago, o un ligero malestar en vuestro corazón, o en el vientre, etc. Amigos, estos son síntomas de nuestra alma enferma, a los cuales hay que tratar antes de que enfermen algún órgano, o causen debilidad en nuestras defensas corporales dando lugar a todo tipo de infecciones, inflamaciones, traumatismos, acidentes, etc., y generalmente, vamos de enfermedad, en enfermedad, hasta la muerte, por lo que, antes hay reconocer que se está enfermo, para buscar los remedios y la verdadera cura, y, los remedios y tratamientos, para curar los síntomas de nuestra alma, para curar las enfermedades de nuestra alma, son el cumplimiento de los Mandamientos de la Ley, y, lo que es más importante, reconocer que estos síntomas y enfermedades, son causados por transgredir estos Mandamientos, y tomar conciencia y arrepentirnos. Puesto, que, de nada sirve si alguien reconoce todo esto, pero realmente no se arrepiente, como, por ejemplo, un asesino que dice que se arrepiente, y, una y otra vez, vuelve a encontrar excusas, para volver a matar. O, el ladrón que roba, y dice que se arrepiente, y a la menor ocasión, vuelve de nuevo a robar. O, el mentiroso, que dice que se arrepiente, y, una y otra vez, vuelve a mentir, etc. Pues, os aseguro, que, todo aquel que se arrepiente de verdad de sus pecados, aunque se muriese enfermo de cuerpo, seria perdonado, y cuando naciese de nuevo, nacería más sano, limpio y puro, tal cual, se nacerá en mi reino, el paraíso que os levantaré, donde de esta manera al cumplir voluntariamente con los Mandamientos de la Ley, se erradicará en poco tiempo, las enfermedades, el dolor, los sufrimientos y angustias de todo tipo.










Dios Poderoso (Cristo Maestro Andar)



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