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Un Gran Monte

REAJUSTANDO LA REGENERACIÓN

REAJUSTANDO LA REGENERACIÓN

REAJUSTANDO LA REGENERACIÓN.

A 25 de noviembre de 2013.

Pensaba yo, que era único e indivisible. Y me creía que como todo el mundo un día me moriría. También como era costumbre tradicional pensaba que yo siempre era el mismo, y que cambiar o transformar la propia personalidad era cuestión de formación educativa y de enseñanza, o a base de mis propias sustancias químicas u hormonales. Y que de todo esto, deben sobrar a estas elevadas alturas de las sabidurías ateas, científicas, teológicas, religiosas, políticas, sociales y económicas, suficientes estudios y pruebas de que estas cosas son así de fáciles y simples, como si de una partida de ajedrez se tratase, pero jugando solo con peones.

 

Quizás no sepáis lo que os quiero decir, pero es que la mayor parte del día sucede que yo tampoco sé lo que a mí mismo me quiero decir, y mi conciencia vaga por mi densa inconsciencia cotidiana de quehaceres, recuerdos, pesares del pasado y temores de futuro, donde entre el esperarme, el estar y el ir, mi consciente desorientado no recuerda si soy el de antes, el que era, el que soy o el que quiero ser. O, confundido no recuerdo exactamente el papel que estaba representando en la comedia o el cine de mi vida, y que si estaba haciendo de bueno, de santo, de malicioso o si rondaban por mis hormonas del orgullo, soberbia, arrogancia, rencor y del odio, alguna venganza o algún justo crimen, que sé que nunca llegaría a cometer. Pero a veces representar todo este tipo papeles en el teatro de mi imaginación, modificando mi actuación estelar y cambiando de actores, de circunstancias y de situaciones, me hacía sentirme vivo y único. ¡Pero qué gran contradicción, que después de representar tantos papeles protagonistas tan diferentes y antagónicos, siga pensando que siempre soy el mismo, y que soy único, que soy uno solo! ¿Acaso todos los personajes son inventados por mi imaginación? ¿Tal vez todos estos personajes que interpreté e interpreto son fantasías? ¿Quizás sea que alguna célula de mi cuerpo se erija en capitán de la nave de toda la conciencia del universo de mi ser? ¿Será a lo mejor, que alguno de mis órganos vitales con su mente sea el que se hace cargo del timón de mi vida? ¿O, tal vez soy yo mismo, que tomo la apariencia mental de la personalidad de una de mis células, o de alguno de mis órganos, o también de alguno de mis centros mentales de energía espiritual consciente? ¡Creo que aunque esto me parece! ¡Que no se trata ya de una creencia, que no solo mi cuerpo, sino también mi ser, está formado por una gran cantidad de seres vivos, y cada cual, con su adecuada y propia y característica personalidad, que, resulta de ignorantes, el pensar que, tan solo somos uno, y que tan solo tenemos una personalidad en este variado universo que llamamos ser humano! ¡A lo mejor, creo que aunque esto me parece! ¡Que, también es posible que, muchas veces mi personalidad se deja vencer por el cansancio del hastío de la cotidiana vida, y no me importa retirarme a descansar y esconderme del ruido del comercio de tanta pasión y deseos mundanos, y ceda mi puesto de mando, el puesto de mando de la nave de todo mi ser, a los oficiales, a los marineros, y también por qué no, a los pasajeros, que están constituidos por la personalidad viva de todos mis antepasados! Y, sin parecerme, lo que para mí parece, evidente y real, que, también cedemos el puesto de mando a algunas personalidades de semejantes que todavía están en este mundo, a los cuales admiramos u odiamos, pero que, por fatiga o cansancio espiritual, mental, o demencial, preferimos echarnos a dormir, y observar con los ojos velados, como alguien realiza nuestros trabajos más duros, o a los cuales rehusamos enfrentarnos, por cobardía, o por no parecer demasiado cuerdos, o porque nuestros cerebro haya reventado, como es mi caso, por no aturar todos los pensamientos, emociones, sentimientos y comportamientos, positivos o negativos, de todos los semejantes de este mundo, y con más intensidad de los que conforman mi entorno medio ambiental o regional.

 

¡Pero esto, ya no es eso; ni aquello, es lo otro! Y de lo que yo soy y siento, no es lo frecuente y común en los seres humanos, por eso dicen que estoy loco, o tal vez esté mucho más cuerdo de lo debido. Y en este mundo estar más cuerdo de lo debido, tan solo le sirve a uno mismo, para que la cuerda razonable de la cordura se enrosque cada vez más a mi cuello y me ahogue, y al faltarme el aliento de la vida social, al faltarme el aliento del compañerismo y familiar, al faltarme el cariño de respirar en común, mi alma se agobia y asfixia, en medio de un asma de soledad, y en un mar dulce de tristeza, que fermenta en amargo licor que quema mi constante, realidad que se balancea con el mar de fondo de la pesadilla de tener que vivir y no desear morir.

 

¡Pero esto, ya no es aquello; ni eso es lo otro!  ¿Qué pretendo deciros con todas estas cosas? ¿Quizás que el viento pasa y yo estoy quieto? ¿Tal vez que el viento pasa y yo no paso? Pues aunque parezca que no avanzo, que no doy ningún paso, mis átomos vibran a una alta velocidad, y mis células tratan de imitarlos, y mis órganos sin descanso calcetan mi vida al más allá dando cada vez más y más vueltas tejiendo sobre mi alma la tela de un traje que me niego a vestir, porque considero que mi trabajo, mi verdadero trabajo todavía está sin acabar. 

¡Pero esto, ya no es aquello; ni eso es lo otro!  ¡Ahora esto, ya no es eso; ni aquello ahora, es lo otro! ¿O acaso todas estas cosas que os digo, tan solo sean producto de mi imaginación? ¿Pero por qué tan solo son productos de mí imaginación o de mí fantasía, si están formados todos mis personajes de la misma energía existencial y todos se alimentan de las mismas sustancias químicas, físicas o espirituales? ¿Es que la que yo creo, que es mi verdadera personalidad, no me la imagino? ¿Es que la que creo que es mi verdadera personalidad, no la adapto constantemente a las fantasías cotidianas de nuestras vidas rutinariamente trazadas, encauzadas y dirigidas? ¿Acaso nuestras vidas cotidianas, con sus rutinas, quehaceres, circunstancias, experiencias y todo tipo de situaciones vivenciales no son una consciente fantasía común, en la que todos o la mayoría nos ponemos de acuerdo PARA CREAR Y ADAPTAR, nuestros intereses mundanos, teóricos, prácticos, morales, éticos, económicos, sociales, etc.?¿Cual es la gran diferencia entre actuar ficticiamente para nosotros mismos y actuar ficticiamente para los demás? ¿Acaso esta gran diferencia no sea cambiar de actor principal, dependiendo de las circunstancias, situaciones y experiencias? ¡Porque este actor principal aun queriendo ser el mismo, no lo es en diferentes situaciones, en distintas circunstancias o determinados lugares! ¡Ni siquiera esta personalidad que creemos que es única y la misma, lo es, cuando nos relacionamos con distintas personas, aunque nosotros inconscientemente pensemos o nos creemos que seguimos siendo siempre los mismos! ¡E, incluso si logramos hacer consciente este hecho de fijar nuestra atención sobre la que pensamos, que es nuestra auténtica personalidad, nos será muy difícil ser conscientes, de que en realidad esta, no es la misma y que varía constantemente con cada persona, circunstancia, situación, etc.! Y que si realmente fuésemos conscientes de que todo esto es sencillamente la verdad, comprenderíamos que todo lo que nos rodea también forma parte de una gran fantasía, y de un gran teatro o cine, donde se reflejan nuestras emociones, sentimientos, pensamientos, deseos, pasiones y ansias, personales o comunes. ¿Pero por qué todo en realidad, todo son fantasías, que convertimos en aparentes y supuestas realidades comunes? ¡Pues detrás de esta pregunta se encuentra la verdad! ¿Y cuál es la verdad? Y para contestar a esta pregunta, me diría que: ¡Todo cuanto existe tiene su verdad; su propia verdad; y, que cada verdad tiene su realidad; su propia realidad! Y que la verdad es capaz de sentir. Y que la verdad es capaz de ver, de oír, de pensar, de imaginar. La verdad es capaz de crear, o la verdad es capaz de administrar, o la verdad, es capaz de adaptarse a uno mismo, a su momento, a su capricho, a su deseo, a sus intereses existenciales del presente o del futuro, etc., porque la verdad es una herramienta de nuestra conciencia, y esta oscila en cada mente, en cada emoción, en cada sentimiento, deseo y pasión.  Entonces mejor para hablar de la verdad, tendré que hacerlo mirando hacia fuera, observando mi entorno, y buscar una verdad común. Y tal vez así, enfocando mi personalidad, no mi personalidad que creía que era la única, sino enfocando también mi personalidad común, formada por todas mis personalidades interiores, formada por todos mis actores interiores, y, tal vez así, pueda enfocar también un amor común. Y pueda también enfocar una justicia común Y pueda también enfocar una armonía y paz, en común. Y pueda así enfocar también el deber y la obligación de modificar mi conducta y comportamiento, para empezar a fantasear con un mundo común. Y pueda enfocar mi supuesta personalidad, mi mejor actor, para representar al mejor personaje de que dispongo, para actuar en un mundo caótico, egoísta y sobre todo rígido y materialista, para cambiar todo el escenario. Y para ello, tengo que convencer a mi mejor actor, al actor bueno, al actor protagonista, a mi actor valiente, decidido e invencible, de que la realidad común que nos rodea es un gran escenario vivo, cambiante, que se puede moldear, que se puede transformar y conducir, y, convertir este gran escenario vivo, en una fantasiosa realidad viva, donde todos los actores principales de todos los seres humanos nos encontremos actuando en común, y con la misma finalidad. La común finalidad, de que nuestros mejores actores, nuestros mejores protagonistas, los buenos de nuestras fantasiosas y vivas películas, alcancen la eternidad, el infinito. Al fin y al cabo, nuestras personalidades, y nuestros fantasiosos actores principales están construidos con energía viva. ¡Puesto que nuestras emociones están construidas con energías vivas! ¡Puesto que, nuestros sentimientos están construidos con energías vivas! ¡Puesto, que nuestros pensamientos están formados con energías vivas! ¡Puesto que nuestros deseos, pasiones y proyectos, están formados con energías vivas, aunque nunca se lleguen a plastificar, o convertir en materia orgánica o forma física percibida por nuestras manos o sentidos ladrillos! ¡Porque al fin y al cabo, sea la materia visible o invisible, detectable o indetectable por nuestro sentidos ladrillos, o sea materia tan sutil como la que forma nuestra imaginación y fantasía, no dejan de ser materiales energéticos, más o menos densos, más o menos sutiles, dependiendo de la frecuencia de esta energía, o de la velocidad de vibración de la misma! Pero al fin y al cabo, todo es energía. Energía visible u obscura. Energía materia o energía antimateria. ¡Todo es energía! ¡Y esta Energía que lo es Todo, y  que lo conforma todo y que todo lo llena, es la Vida! ¡Y esta Energía que es la Vida, es Dios! ¡Y este Dios que lo es todo, que es tan inmenso que no podemos ni siquiera ni imaginarnos los universos de que está compuesto, nos emplea a nosotros pequeños actores principales, para transformar su antimateria, su energía obscura, su materia caótica, Satanás, en materia ordenada, en materia armoniosa. Ha escogido Dios de entre su vida infinita a unos actores principales para modificar el escenario energético obscuro, su energía antimateria, que ocupa su inmensidad, y convertir estas realidades inmateriales, en materia ordenadamente común, en materia armoniosamente común, y en energía amorosamente común. Si. Para rehacer Dios este escenario que se llama Tierra, con todo su sistema solar, etc., ha escogido de entre sus células vivas, a unos actores principales, a los cuales ha dotado de personalidades variadas y propias, para que con sus iniciativas, convirtamos la antimateria de nuestras emociones, en materia armoniosa, en materia amorosa. ¡Dios nos ha escogido de entre sus células vivas y nos ha convertido a todos en protagonistas principales de nuestras vidas, para que convirtamos la antimateria de nuestros sentimientos, en materia armoniosamente común, en materia ordenada de amor! ¡Dios nos ha escogido de entre todas sus células vivas y nos ha convertido en los protagonistas principales de nuestras vidas, para que actuando lo mejor que sabemos cada uno, transformemos nuestros pensamientos antimateria, nuestras obras antimateria, nuestros comportamientos antimateria, en vida armoniosamente ordenada y sutil! ¡Y para ello, Dios nos dotó de unos inmensos poderes, capaces de modificar el escenario vivo en el cual actuamos todos los días! ¡Pero como Dios que nos creó de sus células vivas, sabe como somos y de nuestras carencias y debilidades, y, aunque nos dotó de una poderosas herramientas, como son la capacidad de cambiar todos nuestros escenarios vivos, aún así para facilitarnos nuestra misión, nos regaló un Libro de Instrucciones, para que si no somos capaces de conectar con nuestra profunda memoria del alma, sepamos montar los escenarios más adecuados para transformarnos, transformar nuestra antimateria corporal y espiritual,  en amor, en paz, en justicia y en felicidad! ¡Y también este Manual de Instrucciones es el más adecuado, para transformar los escenarios vivos que nos rodean, que forman parte de nuestro medio ambiente, de nuestros paisajes interiores y exteriores! Al fin y al cabo, todo lo que existe fuera, también existe dentro de nuestra alma, y cuando un paisaje nos hipnotiza y embelesa con su hermosura, es que tan solo lo estamos recordando y apreciando en su más profunda realidad de nuestra alma. ¡Porque los ojos no pueden ver aquello que no existe ya dentro de nosotros mismos, y porque nuestros oídos no pueden oír aquello que no es sonido en nuestra alma, y porque todo lo que percibimos, no podemos sentirlo si no existiese ya en nuestra alma! Lo que ocurre es que cuando le prestamos atención a algo, es que simplemente lo estamos reconociendo y recordando, porque todo está ya grabado en el disco duro de nuestras almas. Porque todo ya está grabado en la cinta de la película de nuestra alma. Sin embargo como existen diversas versiones de todas estas realidades, nosotros como actores escogemos según nuestro libre albedrío como queremos interpretar nuestros papeles principales en el escenario que en común, montamos todos cada día de nuestras vidas. Y unos se afanan todos los días por montar un escenario donde prevalezca y sean lo más relevantes e importantes, las emociones, sentimientos, pensamientos, deseos, y pasiones, de la antimateria o Satanás, y otros, los menos, los generalmente perseguidos y señalados injustamente como los malos, nos empeñamos en seguir el Libro de Instrucciones que Dios nos proporcionó, para al menos intentar todos los días convertir el Escenario común de nuestras vidas, en el Paraíso prometido por nuestro Creador. Los menos y perseguidos, por los seguidores de la antimateria, por los seguidores de la energía obscura, tratamos de seguir las Instrucciones de Dios, para alumbrar la oscuridad que cubre nuestro mundo, que no es sino, la oscuridad manifestada en los escenarios de nuestras vidas, por los seguidores de la antimateria, de la oscuridad. ¡Seguidores de la antivida! Y os aseguro que estos supuestos malos, en realidad no lo son para sí mismos, y para los que son como ellos mismos, y de su misma condición espiritual. Porque ellos están formados y dirigidos, por estas fuerzas energéticas naturales que son tan necesarias y son el motor natural, para que la vida evolucione y se perfeccione eternamente. Así es hijos míos. No pretendáis hacerle ver a un ángel caído que es malo, porque para el mismo no lo es, porque esta es la naturaleza que lo compone mayoritariamente. Ni tratéis de convencerle de que está actuando mal y haciendo lo contrario del Libro de Instrucciones de Dios, porque para él, no existe Dios, ni su Libro de Instrucciones, porque así su naturaleza se lo impone, aunque hipócritamente se hayan apoderado, no solo de la economía, la política, de la educación, de los medios de comunicación, sino también de las religiones y la supuesta sabiduría del Libro de Instrucciones de Dios (Sagradas Escrituras), para manipularlas según sus intereses y así más fácilmente manipular a sus semejantes y prójimos, y, además presentarse ante sus semejantes como los verdaderos representantes de Dios, sin creer realmente en Dios, ni en su Libro de Instrucciones o Sagradas Escrituras. Más a pesar de todo esto, está Escrito en el Libro de Instrucciones, que falta poco para que los verdaderos descendientes de Adán y Eva, ayudados por su Creador y sus Ángeles celestiales, cambien el escenario de nuestro mundo para convertirlo en un Paraíso, en el Paraíso que ya está creado dentro de nuestras almas, y que tan solo tenemos que montarlo en esta realidad mundana, y ponernos a actuar como, los mejores actores principales en los mejores papeles reales de nuestras vidas.

Cristo Maestro Andar.

¡Acudid a la llamada de vuestro pastor, levantaos ovejas mías!

 

¡Acudid a la llamada de vuestro Padre, despertad y levantaos hijos míos!

 

¡ACUDID A LA LLAMADA DEL DIOS DEL CIELO!

 

¡Manifestaros por la justicia social, por la igualdad social y económica, por la paz, por el amor, por la libertad y por vuestra felicidad, todos los domingos a las 13 horas por toda la Tierra!

 

¡POR UN SOLO PAÍS, EL MUNDO! ¡POR UNA SOLA BANDERA! ¡POR UN SOLO IDIOMA! ¡POR UN SOLO DIOS!

 

Mandar a todo medio de comunicación, organismos, ONU, políticos, religiosos, iglesias, ONG, sindicatos, Internet, etc., nacionales e internacionales (Traducir a otros idiomas)

 

(Más información en: ungranmonte.wordpress.com, ungranmonte.blogia.com, ungranmonte.blogspot.com)

 

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