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Un Gran Monte

-MALICIOSAS Y OCULTAS RUINES ASTUCIAS DEL IMPERIO Y SUS MERCENARIOS-

-MALICIOSAS Y OCULTAS RUINES ASTUCIAS DEL IMPERIO Y SUS MERCENARIOS-

MALICIOSAS Y OCULTAS RUINES ASTUCIAS DEL IMPERIO Y SUS MERCENARIOS.

A 01 de septiembre de 2013.

Hola hijos míos.

 

 Mientras sale el Sol de detrás de, mí imaginaria montaña de ilusiones de calor tierno para mi piel del alma, para calentar la falta de compañía cariñosa, asomo mi impaciencia por la ventana para, apresurar los rayos de luz que me den, lo que nadie se atreve a darme porque yo no lo busco. Y no lo busco porque en este mundo jerarquizado físicamente, jerarquizado corporalmente, jerarquizado sentimentalmente, jerarquizado socialmente, se cobran grandes intereses por disfrutar de unas pasiones y emociones, propias y ajenas, las cuales son generadas gratuitamente por nuestros deseos, a los cuales egoístamente ponemos precio, y los cargamos de impuestos de dificultades, y de desagradables cotizaciones de deberes morales, éticos, o de esforzados trabajos, que doblegan todas aquellas libertades que nos venden políticamente, socialmente y religiosamente, para que así, podamos disfrutar, jugar, y divertirnos libremente, en los patios de las cárceles y prisiones mentales, que nosotros mismos con nuestras amaestradas conductas, muy culturalmente apasionados laboramos, y, gozosamente participamos construyéndolas. Pero algo es algo, y a falta de Sol humano, el Sol estrella ha asomado de detrás de las montañas físicas, no de las montañas sentimentales y pasionales de mi ser, o del ser de alguno de mis semejantes, que me harían sentir cosas diferentes al, calor del Sol estrella hoguera ardiente, que entra por mi ventana y me baña la mitad de mi rostro y una pequeña parte de mi cuerpo. Pero ni siquiera este calor es gratuito, porque hasta el Sol hoguera ardiente, cobra sus impuestos y de alguna manera tenemos que pagar. Pero como no soy  académicamente, ni físico, ni científico, aunque la física y la ciencia formen parte de mi ser, no voy a investigar ni a estudiar estos temas, porque tampoco me interesa profundizar en ellos más allá de donde mi imaginación o conocimiento místico me alcance o tenga ganas, o interés particular de hacerlo. Y la verdad, es que las ganas y motivaciones no me acompañan, porque tampoco busco su compañía, porque para encontrar hay que buscar, y yo no tengo ganas de buscar intereses, o adeudos que se esconden en mi alma y en mi espíritu, más allá de que estos broten espontáneamente de todo lo que soy, y broten místicamente de todo lo que estoy constituido, sin buscar ningún pago, ni recompensa a cambio, ni desear negociar o vender algo y nada. ¿Y por qué no deseo comprar o vender algo o nada? ¿Acaso no se encuentre detrás de todas estas cosas también un interés, un provecho personal oculto? Sí. Ciertamente que si soy sincero, tengo que reconocer que efectivamente también busco a la muy larga un beneficio que ahora se antoja espiritual, moral y ético, pero que a la larga estos estados mentales, sentimentales y emocionales, se reflejarán también en nuestro estado del ser físico, anatómico, somático, material, animal, etc. ¿Y sabéis porque busco estos intereses, estas ganancias a largo plazo fijo? ¡Porque tan claro como el cielo azul y la noche estrellada, que, mis conocimientos profundamente místicos me dicen que, cuando se FUSIONEN Y FUNDAN, nuestros estados espiritualmente elevados, nuestros estados mentales sentimentalmente y emocionalmente elevados y puros, nuestros estados moralmente ideales y éticamente utópicos, CON nuestros estados mentalmente físicos, animales, anatómicos, somáticos, y materiales, entonces, y solo entonces, empezaremos a comprender lo que es la felicidad y, a experimentar los verdaderas emociones y sentimientos de lo sublime y de la sutil realidad. Esto por desgracia yo lo sé, porque lo he conocido en esta vida y lo he experimentado en esta realidad. Y digo por desgracia, porque después de saber y conocer que estos estados de la felicidad existen y son reales, me he pasado casi toda mi vida angustiado, en nuestro mundo infernal. Mundo que Dios no creó infernal, sino que creó un Paraíso, pero que ya desde el primer hombre se nos antojó convertir en un infierno, debido a nuestro servilismo y afanosa labor por desarrollar nuestras capacidades animales por encima del desarrollo de nuestras capacidades espiritualmente elevadas que yacen en la genética heredada de nuestro Creador. Sí. Así es. Ciertamente que los más grandes misterios se esconden detrás de finas membranas mentales y espirituales, que podemos traspasar fácilmente con nuestra simple voluntad. Pero lo más difícil no es romper estas finísimas membranas, sino no, que lo que es realmente difícil es, cambiar el rumbo de nuestros deseos, de nuestras pasiones, y variar el curso del rio de nuestros sentimientos y emociones. PORQUE LO MÁS DIFÍCIL NO ES COMPRENDER Y SABER ESTAS COSAS TAN SENCILLAS, SINO, HACERLAS, CONVERTIRLAS EN NUESTRA PRINCIPAL LABOR DIARIA, Y ESFORZARNOS AL MENOS LO MÍNIMO, POR PRACTICARLAS. Pero fijaros bien en esto que os estoy diciendo o que acabo de deciros. Es muy difícil cambiar estas cosas, no es difícil saberlas, no es difícil comprenderlas, sin embargo el esfuerzo que hay que hacer, para realizarlas en la práctica, aunque nos parezca y se nos antoje casi imposible, no es mayor, sino todo lo contrario, porque se trata de conducir o de reconducir, nuestros estados mentales, nuestros estados pasionales, nuestros estados sentimentales y emocionales, y, cuando al no cambiarlos y modificarlos porque al principio nos parecen un esfuerzo casi imposible de realizar, lo que producimos y generamos, está a la vista, corrupción, sufrimientos, dolor, muerte, asesinatos, robos, mentiras, fornicaciones, desviaciones sexuales, miserias, hambres, sed, y toda clase de injusticias que continuamente nos envuelven en un mundo en el cual no parecen tener fin todo tipo de calamidades, sufrimientos y angustias. ¿Acaso todo esto no nos está causando un esfuerzo mayor, generación tras generación, que si de una vez reuniésemos el suficiente valor de enfrentarnos con nuestras necesidades básicas individualmente y socialmente injustas, y de una vez vencerlas? ¿Acaso nuestras cobardías no nos están causando un esfuerzo mayor en el tiempo y en el espacio, que si de una vez, tengamos la honradez de reunir la mínima dignidad, como para reunir el suficiente coraje, para enfrentarnos con nuestras debilidades espirituales, morales y éticas, y vencerlas? Si realmente sois medianamente inteligentes, sabéis que si de una vez nos enfrentamos colectivamente y socialmente con todas nuestras carencias y debilidades, morales, éticas, utópicas y altos valores ideológicos, somos capaces de vencer estas carencias y cobardías, y conseguirlo. ¡Y yo sé que sois más que medianamente inteligentes! ¿Por qué entonces no reunís el suficiente valor y coraje para hacerlo? ¡Sencillamente porque os asustan los cambios! ¡Simplemente porque tenéis miedo! Más no os preocupéis, porque yo sé, que se esconde detrás del cambio. Yo sé que hay detrás del cambio. Yo sé cuáles son los estados físicos, mentales, morales, éticos y espirituales, que nos aguardan detrás del cambio. Y lo sé, porque no solo los he visto. No solo los he oído. No solo los he sentido y vivido. No solo los he tocado. Si no que estos también a mí me han tocado. Sino que estos estados y mundos, a mí también me han percibido, y conmigo han estado. Por eso sé que son reales. Y no son reales tan solo porque yo los haya experimentado, sino que vi y sentí como ellos me experimentaban e interactuaban conmigo, con sus sentimientos y emociones, y como diferentes, y al mismo tiempo guardando las distancias evolutivas, muy semejantes seres vivos. Y también vi y sentí, que no solo vivimos en esta realidad, sino en varias realidades con sus respetivos mundos. Y que muchas veces somos capaces de desplazar nuestras conciencias en el tiempo y el espacio, viajando hacia el pasado y hacia el futuro. Y vi y sentí muchas más cosas que sé y experimenté, y conocí la verdadera felicidad, etc., ¿pero para que contarlas y redactarlas? ¿Acaso no será mejor para vosotros desear experimentarlas en propia persona? ¡No tengáis miedo! ¡Yo sé quién soy y para que estoy aquí! ¡Mi destino desde el futuro, es cogeros de la mano y ayudaros a traspasar las finas membranas mentales con las cuales habéis construido unas inmensas fronteras amuralladas con todo lo que parece imposible! ¡Yo os guiaré, pero vosotros tenéis que tener la firme voluntad de llenar de aire vuestros pulmones del alma y aguantar la respiración unos segundos generacionales y, nadar sobre estas finas fronteras invisibles y traspasarlas, y traspasar todos los imposibles! ¡No temáis! ¡Yo os quitaré el miedo! ¡Yo os llenaré de valor! ¡Y el valor os dotará de una fuerza sobrenatural producida por la verdadera, y prodigiosa euforia espiritual de la cercanía de Dios!

 

Siempre ha habido imperios, y siempre ha habido poderosos injustos que como fieros depredadores han sometido a sus ciudadanos y a los ciudadanos de otras naciones y países. Pero todo esto no lo logran estos poderosos, o mejor dicho, supuestos poderosos, ya que estos, tan solo ostentan el poder que otros le dan directamente o indirectamente con su apoyo y complicidad. Y cuando este apoyo suele ser voluntariamente y vocacionalmente, por sus gentes que les sirven y animan, les resulta muy fácil gobernar y dominar a sus semejantes. Pero tampoco les resulta más difícil o costoso,  dominar y gobernar, y depredar sobre sus semejantes, cuando emplean mercenarios de otras naciones, países, o coaliciones internacionales, mediante mercenarios estatales, políticos mercenarios, ejércitos mercenarios, policías y fuerzas de seguridad mercenarias, etc. Pero lo más indigno, no es que le cuesten lo mismo sus propios mercenarios y ejércitos, políticos, etc., que los mercenarios extranjeros, sino que lo más indigno para los ciudadanos de esos países y naciones extranjeras, es que les salgan gratis los mercenarios de estos países y naciones, y también le salgan gratis a los imperialistas de turno sus depredaciones sobre las naciones invadidas físicamente, mentalmente, emocionalmente y sentimentalmente, gracias precisamente a sus mercenarios extranjeros, reclutados voluntariamente entre los poderosos cómplices de estas naciones sometidas. Y la gran indignidad de estos mercenarios locales y nacionales, sometidos voluntariamente a los imperios de turno es tal, que no son seres capacitados para sentir lo que es la decencia, ni detectar en sus sentimientos lo que significa dignidad, ni mucho menos para detectar en sus emociones lo que es sentir la honradez, por mucho que ostenten los más grandes títulos honoríficos, porque estos confunden el honor con el orgullo animal que puede sentir cualquier vulgar bestia del campo o doméstica. ¡Estos son los verdaderos incapacitados! ¡Estos son los verdaderos discapacitados! ¡Estos son los verdaderos subnormales! ¡Estos son los verdaderos anormales! ¡Porque la verdadera normalidad y capacidad, para saber lo que es la verdadera dignidad, la verdadera honradez, la verdadera decencia, está en que el hombre se diferencia de las bestias y ganados domésticos, en que debe sentir sobre sí, la capacidad que da la conciencia de sentir dentro de sí mismo el latido de la Imagen y Semejanza de Dios! ¡Pero los poderosos, y todos sus cómplices que le dan su poder y apoyo, y todos sus cuerpos militares y de seguridad de los estados, y todos sus mercenarios, a los imperios de turno, no sienten el latir de la Imagen y Semejanza de Dios en su interior, sino que lo que sienten latir es un corazón vulgar, como el corazón de cualquier egoísta bestia de nuestros parajes y campos! ¡Y así se explica que sean como son y se comporten como se comportan, y su mundo ideal es el que apreciamos en nuestra realidad! ¡Y que su mundo utópico sea este,  en el cual vivimos bajo presiones de animales sin la adecuada conciencia del bien y del mal! Pero lo más penoso no son los mercenarios propios o extranjeros de los poderosos que manejan los hilos de los imperios, porque estos aunque sin dignidad de la decencia y sin dignidad de la honradez, al menos cobran sus sueldos y tienen sus recompensas sociales. Sino que lo más vergonzoso, es que no solo el apoyo físico, moral y ético, salgan de las masas de los ciudadanos de todos los pueblos propios o sometidos, sino que además también salen de estos, todos los mantenimientos económicos y sociales, que alimentan y retroalimentan continuamente a estos imperios injustos y criminales. Tenemos un claro ejemplo de cómo los países sometidos voluntariamente al imperio dominante en nuestra época, colaboran eficazmente y tenazmente sobre sus ciudadanos para pagar sus tributos al imperio y para cobrarse ellos mismos. Como por ejemplo los poderosos y gobernantes de turno en España, que además de explotar a los ciudadanos en su provecho, además, como buenos mercenarios apartan de las arcas del estado grandes tributos para pagar al imperio dominante, aunque simulen enfrentamientos patrióticos con el consiguiente imperio, para tener entretenidos y engañados a los ciudadanos. Y estos son tan discapacitados, tan subnormales, tan incapacitados, que hacen cosas tan estúpidas, como para representar el culebrón tan barato de patriotas, siendo todo lo contrario. Y pensando con acierto que, sus ciudadanos son iguales y de la misma condición que ellos, y en esto, parece que aciertan plenamente. Ya que como en el caso que expliqué en el trabajo anterior, el de ayer. Uno de nuestros mercenarios del actual imperio anglosajón y sus cómplices, el Señor Secretario de Estado de Medio Ambiente español, Federico Ramos, en un supuesto ataque de patriotismo defendía lo español, frente a los intereses injustos y depredadores del Reino Unido, debido al conflicto surgido en Gibraltar, donde predicaba con su supuesto patriotismo, contra el imperio invasor, pero deliberadamente luciendo medio ocultas por su pequeñez, las enseñas, los símbolos piratas en su corbata, que siempre han representado al estado y ahora estados piratas que conforman el actual imperio dominante. ¿Veis el claro ejemplo de buenos mercenarios gratuitos y voluntarios, que el nuevo imperio tiene en las naciones sometidas a sus injustas depredaciones? ¡Pues el Señor mercenario, Federico Ramos, no cobra sueldo del imperio, sino que, lo más vergonzoso, es que cobra un gran sueldo de los españoles a los cuales engaña, o supuestamente defiende! Y digo supuestamente defiende, porque resulta muy evidente y claro, que también y por supuesto, nuestros poderosos que están por encima de los políticos, etc., están sometidos al capricho del imperio depredador y asesino, de nuestro tiempo, en el tiempo actual, y actual, quiere decir, los que están actuando en el presente, y pensado tienen actuar en nuestro futuro. Y no querer enterarse, o saber que, los españoles y demás ciudadanos de los países sometidos, están pagando con sus impuestos los tributos que forzosamente está cobrando y depredando el imperio, y que además están pagando a su vez a nuestros mercenarios propios que disfrutan engañándonos y traicionándonos, para servir como fieles perros al imperio, es ser tonto, y no solo parecerlo. ¡Es NO solo PARECER que somos discapacitados e incapacitados, sino serlo! ¡Y lo más indignamente vergonzoso, es que no solo seamos o parezcamos, discapacitados o incapacitados, sino, que, parezcamos y seamos, unos amables, contentos, alegres y felices, imbéciles! ¡Qué bien y amén!

Cristo Maestro Andar.

 

¡Acudid a la llamada de vuestro pastor, levantaos ovejas mías!

 

¡Acudid a la llamada de vuestro Padre, despertad y levantaos hijos míos!

 

¡ACUDID A LA LLAMADA DEL DIOS DEL CIELO!

 

¡Manifestaros por la justicia social, por la igualdad social y económica, por la paz, por el amor, por la libertad y por vuestra felicidad, todos los domingos a las 13 horas por toda la Tierra!

 

¡POR UN SOLO PAÍS, EL MUNDO! ¡POR UNA SOLA BANDERA! ¡POR UN SOLO IDIOMA! ¡POR UN SOLO DIOS!

 

Mandar a todo medio de comunicación, organismos, ONU, políticos, religiosos, iglesias, ONG, sindicatos, Internet, etc., nacionales e internacionales (Traducir a otros idiomas)

 

(Más información en: cristo.webblog.es, ungranmonte.wordpress.com, ungranmonte.blogia.com, ungranmonte.blogspot.com)

 

 

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