---LA ARROGANTE HIPOCRESIA DE LA IRRESPONSABILIDAD---
La arrogante hipocresía de la irresponsabilidad.
Pontevedra a 27 de diciembre de 2010.
Hola hijos míos.
Despierto mucho antes de amanecer cuando los problemas y las circunstancias negativas del ayer parecen lejanos, y parecen haber desaparecido bajo las mantas oscuras del cielo de la noche. Despierto cuando las cargas con que la vida material pesan sobre nuestra alma, y la sumergen bajo una conciencia de frustración y malestar, parecen haberse quedado arropadas bajo el edredón de las estrellas lucidas de la mañana tempranera. El desencanto de un mundo egoísta y lleno de oscilantes angustias progresistas, parecen haberse quedado ciegas y perdidas bajo las mantas de nubes del anticipado despertar del nuevo día. Y, cuando escucho las noticias, estas empiezan a motivar unos certeros cosquilleos en mis entrañas que revuelven mi conciencia, hasta que estos tímidos cosquilleos se convierten en malestares sobre mis órganos cansados de tanta realidad injusta e hipócrita, con que tan prontamente me he forzado a mi mismo a desayunar.
Una y otra vez vuelvo cada mañana de mi despertar a buscar las noticias buenas y bellas, las noticias alegres y puras, las noticias maravillosas de que el mundo por fin ha entrado en razón, de que el mundo ha recapacitado de sus errores, de sus pecados, de sus egoísmos, de sus negocios, de su explotación del prójimo.
Una y otra vez cambio mi natural alegría del despertar, por el desayuno de progresismos amargos, por el desayuno de hipocresías repetidas, por el desayuno de angustias reparadoras de lo viejo.
Todas las mañanas cambio mi alegre y natural despertar, por la pesadez alimenticia del desayuno de la mentira, por un desayuno de incapacidad, por un desayuno de constante alago de la irracionalidad, por un desayuno acido que quema mi alma lentamente con la fría y desamparada realidad.
Todas las mañanas cambio ni alegre y natural despertar, por el desayuno entusiasmado de vuestros repetitivos egoísmos más profundos, que solapados de nuevas noticias y nuevos fracasos, anunciáis como si los demás fuesen los culpables. Que anunciáis como si los demás tuviesen todas las responsabilidades, mientras yo desde mi imparcialidad sobre vuestras religiones y políticas, no las de Dios, observo cómo día a día envenenáis mi alma, envenenáis todo mi ser con vuestra falsa apariencia de buenos y justos hombres de bien, que cada cual en su posición religiosa, y que cada cual en su posición política, esgrimen sobre los que creen que son sus oponentes, y, en realidad no son más que espejos de sí mismos de diferentes colores, que en realidad no son más que espejos de sí mismos vistos a la luz de la noche clara o de la noche oscura, pero espejos de sí mismos sumergidos en la oscuridad más negra de sus almas, puesto, que en sus posiciones tanto doctrinales religiosas como políticas, están lejos de la claridad con que Dios anuncia el bien. Están lejos de la claridad, con que Dios anuncia la justicia. Están lejos de la claridad, con que Dios alumbró y alumbra a la humanidad, para guiarla hacia la justicia, la paz, el amor y la felicidad.
Servís con todo vuestro entusiasmo mañanero un desayuno envenenado, pero que a vosotros os parece dulce, pero para mí es amargo.
Servís con todo vuestro entusiasmo mañanero un desayuno envenenado, pero que para vosotros es delicioso y tan deseado, pero para mí es mal oliente y repugnante.
Unos y otros, sois iguales o diferentes en doctrinas humanas maliciosas, que egoístamente van dirigidas a engordar vuestras egoístas barrigas aunque sea de veneno. Veneno que más tarde producirá sus efectos y unos egoístas culparan a los otros egoístas de emplear tal y cual veneno social, religioso o político. Venenos que más tarde producirán unas terribles indigestiones con enormes cólicos sociales, religiosos y políticos, y unos egoístas culparan a otros egoístas. Venenos tradicionales, venenos culturales, venenos sociales, venenos religiosos y políticos que corroen angustiosamente las entrañas de la humanidad y unos religiosos culparan a otros religiosos, y unos políticos culparan a otros políticos, y unas naciones culparan a otras naciones, y unos pueblos culparan a otros pueblos, mientras en la intimidad de sus casas gustosamente todos participan del mismo festín envenenado que a si mismos se sirven en sus propias mesas, y que con toda su naturalidad egoísta e irracional hacen comer a sus hijos, nietos, hermanos, amigos, compañeros, empleados, súbditos, etc., cada cual en su mesa y cada cual a su mesa, y, si alguien dice que no quieren comer de sus angustias envenenadas, y si alguien dice solamente que prefiere no comer alimentos envenenados de cultura egoísta, de tradición egoísta, de religión grasienta, de política corrupta, de esclavismo aceptado, etc., entonces se convierte a sus ojos en un terrorista, en un malo, en la oveja negra, y en el mejor de los casos en un endemoniado, en un poseído, en un loco, etc. tal cual, habéis hecho con los mensajeros y enviados que os ofrecí para guiaros, para alumbraros el camino, o, por lo menos, para alumbrar vuestras mesas, a fin de aclarar vuestra visión para que pudieseis ver que en vuestras mesas, estáis sirviendo venenos para acabar con vuestras propias vidas y las vidas de aquellos que supuestamente queréis.
Cada cual ve reflejados en los que creen sus enemigos sus propios defectos, y, tratan de aniquilarlos creyendo inconscientemente que acabar con sus enemigos es acabar con todos sus defectos, y, la verdad es que, acabar con vuestros enemigos, no es acabar con vuestros defectos, si no, procurarles firmeza y arraigo social.
Cada cual ve reflejados en los que creen sus enemigos sus propios defectos, y tratan de exterminarlos creyendo inconscientemente que acabar con sus enemigos, es acabar con todos sus defectos, y, la verdad es que, acabar con vuestros enemigos, no es acabar con vuestros defectos, si no, sumergirse inconscientemente cada vez más ciegamente en ellos, si no, que, es voluntariamente sumergirse profundamente en vuestras propias ciegas maldades, si no, que, es arrojarse cuidadosamente a lo más profundo y obscuro de vuestras almas irracionales.
Cada cual ve reflejados en los que creen sus enemigos sus propios defectos y conscientemente los señalan, y conscientemente los acusan, y los culpan conscientemente de sus propias irresponsabilidades.
Los religiosos señalan, acusan y echan la culpa de sus irresponsabilidades a sus prójimos. Señalan, acusan y echan la culpa a los padres por educar erróneamente en la religión a sus hijos ¿Y, quien ha educado religiosamente mal a estos padres, para que se aparten de sus doctrinas y religiones, si no, los religiosos?
Los religiosos señalan, acusan y culpan a los padres por fomentar en sus hijos la falta de fe, la falta de amor y de la falta de creer en Dios ¿Pero, quien a educado religiosamente mal a estos padres o abuelos, para que sus hijos se aparten de sus doctrinas y religiones, si no los religiosos?
Los religiosos, señalan, acusan y culpan de la falta de fe, de la falta de amor, de la falta de justicia, de la falta de paz y alegría verdadera, a la sociedad, a los políticos, etc. ¿Y, quien si no los religiosos han sembrado con sus doctrinas de hombres la falta de fe, la falta de justicia, la falta de amor y la falta de alegría natural? ¿Y, quien ha participado activamente con todos los poderes sociales egoístas visibles y ocultos, que han esclavizado a la humanidad hasta hoy, si no, los voluntariosos religiosos ciegos por los afanes terrenales? Afanes terrenales que aconsejan a los pobres, a los obreros, a los sumisos esclavos a renunciar en nombre de sus inventados dioses, que no tienen nada que ver con el verdadero Dios, o, en su irresponsabilidad hasta se apoyan en Dios, en los profetas y enviados, para que los esclavos sociales, obreros, pobres, etc. no se despierten, no se rebelen, no se vuelvan improductivos, etc. y que no se preocupen por si mismos, que no se afanen por el mañana propio, si no, que egoístamente se afanen por el mañana de sus jefes, de sus empresarios, de sus amos, de sus ricos, de sus políticos, de sus poderosos. Esto es lo que os aconsejan vuestros religiosos, que no os afanéis por vuestro mañana, si no, que os afanéis por el mañana de vuestros injustos opresores.
Hijos míos despertad ¿No veis como políticos, religiosos, jefes de estados, etc. os hacen responsables de su irresponsabilidad? Ellos os señalan, os acusan y culpan de todos los males de este mundo y ellos son los que os han educado y guiado desde los comienzos de la humanidad. Pero, tan claro como el cielo azul y la noche estrellada, que, ellos son los verdaderos culpables de toda la maldad de este mundo, ellos son los verdaderos responsables de todas las culturas maliciosas, pero, a mis ojos, vosotros también sois culpables y responsables de que os dejarais educar y guiar por estos malignos ¿Acaso notáis que ricos, poderosos, políticos, sindicalistas, periodistas, empresarios, religiosos, etc., sean diferentes o más inteligentes que vosotros, acaso no aspiráis y rellenáis socialmente todos estos lugares?
¿Acaso, no salen de vuestras entrañas todos estos monstruos que religiosamente os conducen y guían?
¿Acaso no salen de vuestras entrañas estos monstruos que políticamente os conducen y guían?
¿Acaso, no salen de vuestras entrañas, estos monstruos que socialmente os esclavizan y cargan vuestros cuerpos y almas de pesadas cargas? ¿Por qué entonces os dejasteis conducir maliciosamente durante las regeneraciones, acaso, en vuestros corazones no se escondan las mismas malicias, acaso, en vuestros corazones no participéis de los mismos afanes?
¿Por qué entonces, os dejáis conducir y guiar, por estos monstruos que os sumergen en un mundo de injusticia y violencia?
¿Por qué entonces, os dejáis conducir y guiar, por estos monstruos que os explotan y esclavizan?
¿Por qué entonces, os dejáis conducir y guiar, por estos monstruos egoístas e irracionales?
¿Quizás sea porque es lo que habéis sembrado?
¿Tal vez sea porque los habéis parido?
¿Quizás sea porque estos son vuestros frutos más sabrosos y deliciosos?
De verdad os digo que, no os dejáis conducir ni guiar por los consejos de Dios, ni por Dios mismo, si no, que vosotros mismos habéis sembrado y parido estos malos frutos que ahora atormentan y angustian a la humanidad, y, que al ser vuestros maliciosos pero queridos frutos, en vez de repudiarlos y apartarlos de vosotros, agacháis la cabeza o miráis hacia otro lado, y dejáis hacer, y os dejáis conducir por el fruto monstruoso y envenenado salido de vuestras más profundas y maliciosas entrañas. Vosotros los señaláis, acusáis y culpáis de todos vuestros males, y ellos hacen lo mismo con vosotros, pero al fin y al cabo, unos y otros estáis apartados de los consejos de Dios, estáis apartados de mí.
Dios del Cielo (Cristo Maestro Andar)
Acudid a la llamada de vuestro pastor, levantaos ovejas mías! ¡Acudid a la llamada de vuestro Padre, despertad y levantaos hijos míos!
¡ACUDID A LA LLAMADA DEL DIOS DEL CIELO!
¡Manifestaos por la justicia social, por la igualdad social y económica, por la paz, por el amor, por la libertad y por vuestra felicidad, todos los domingos a las 13 horas por toda la Tierra. Así se conocerán mis ovejas, mis hijos, mis santos, así se conocerán mis ángeles, así os reconoceré, y, así, sabré que me reconocéis, y, que, no os avergonzáis de mi, pues quien se avergüenza de mi, se avergüenza del bien, y, se avergüenza de todo lo que está Escrito en las Sagradas Escrituras, y, además se avergüenza de llevar parte de mi genética Divina, y, además es cómplice del mal que domina este mundo!
¡POR UN SOLO PAIS, EL MUNDO! ¡POR UNA SOLA BANDERA! ¡POR UN SOLO IDIOMA! ¡POR UN SOLO DIOS!
Os quiero hijos míos. Justicia, paz, amor y felicidad.-Dios Poderoso (Cristo Maestro Andar)
Mandar a todo medio de comunicación, organismos, ONU, políticos, religiosos, iglesias, ONG, sindicatos, Internet, etc., nacionales e internacionales (Traducir a otros idiomas)
(Más información en: cristo.webblog.es, ungranmonte.rsfblog.org, ungranmonte.wordpress.com, ungranmonte.blogia.com, ungranmonte.blogspot.com)
Pontevedra a 27 de diciembre de 2010.
Hola hijos míos.
Despierto mucho antes de amanecer cuando los problemas y las circunstancias negativas del ayer parecen lejanos, y parecen haber desaparecido bajo las mantas oscuras del cielo de la noche. Despierto cuando las cargas con que la vida material pesan sobre nuestra alma, y la sumergen bajo una conciencia de frustración y malestar, parecen haberse quedado arropadas bajo el edredón de las estrellas lucidas de la mañana tempranera. El desencanto de un mundo egoísta y lleno de oscilantes angustias progresistas, parecen haberse quedado ciegas y perdidas bajo las mantas de nubes del anticipado despertar del nuevo día. Y, cuando escucho las noticias, estas empiezan a motivar unos certeros cosquilleos en mis entrañas que revuelven mi conciencia, hasta que estos tímidos cosquilleos se convierten en malestares sobre mis órganos cansados de tanta realidad injusta e hipócrita, con que tan prontamente me he forzado a mi mismo a desayunar.
Una y otra vez vuelvo cada mañana de mi despertar a buscar las noticias buenas y bellas, las noticias alegres y puras, las noticias maravillosas de que el mundo por fin ha entrado en razón, de que el mundo ha recapacitado de sus errores, de sus pecados, de sus egoísmos, de sus negocios, de su explotación del prójimo.
Una y otra vez cambio mi natural alegría del despertar, por el desayuno de progresismos amargos, por el desayuno de hipocresías repetidas, por el desayuno de angustias reparadoras de lo viejo.
Todas las mañanas cambio mi alegre y natural despertar, por la pesadez alimenticia del desayuno de la mentira, por un desayuno de incapacidad, por un desayuno de constante alago de la irracionalidad, por un desayuno acido que quema mi alma lentamente con la fría y desamparada realidad.
Todas las mañanas cambio ni alegre y natural despertar, por el desayuno entusiasmado de vuestros repetitivos egoísmos más profundos, que solapados de nuevas noticias y nuevos fracasos, anunciáis como si los demás fuesen los culpables. Que anunciáis como si los demás tuviesen todas las responsabilidades, mientras yo desde mi imparcialidad sobre vuestras religiones y políticas, no las de Dios, observo cómo día a día envenenáis mi alma, envenenáis todo mi ser con vuestra falsa apariencia de buenos y justos hombres de bien, que cada cual en su posición religiosa, y que cada cual en su posición política, esgrimen sobre los que creen que son sus oponentes, y, en realidad no son más que espejos de sí mismos de diferentes colores, que en realidad no son más que espejos de sí mismos vistos a la luz de la noche clara o de la noche oscura, pero espejos de sí mismos sumergidos en la oscuridad más negra de sus almas, puesto, que en sus posiciones tanto doctrinales religiosas como políticas, están lejos de la claridad con que Dios anuncia el bien. Están lejos de la claridad, con que Dios anuncia la justicia. Están lejos de la claridad, con que Dios alumbró y alumbra a la humanidad, para guiarla hacia la justicia, la paz, el amor y la felicidad.
Servís con todo vuestro entusiasmo mañanero un desayuno envenenado, pero que a vosotros os parece dulce, pero para mí es amargo.
Servís con todo vuestro entusiasmo mañanero un desayuno envenenado, pero que para vosotros es delicioso y tan deseado, pero para mí es mal oliente y repugnante.
Unos y otros, sois iguales o diferentes en doctrinas humanas maliciosas, que egoístamente van dirigidas a engordar vuestras egoístas barrigas aunque sea de veneno. Veneno que más tarde producirá sus efectos y unos egoístas culparan a los otros egoístas de emplear tal y cual veneno social, religioso o político. Venenos que más tarde producirán unas terribles indigestiones con enormes cólicos sociales, religiosos y políticos, y unos egoístas culparan a otros egoístas. Venenos tradicionales, venenos culturales, venenos sociales, venenos religiosos y políticos que corroen angustiosamente las entrañas de la humanidad y unos religiosos culparan a otros religiosos, y unos políticos culparan a otros políticos, y unas naciones culparan a otras naciones, y unos pueblos culparan a otros pueblos, mientras en la intimidad de sus casas gustosamente todos participan del mismo festín envenenado que a si mismos se sirven en sus propias mesas, y que con toda su naturalidad egoísta e irracional hacen comer a sus hijos, nietos, hermanos, amigos, compañeros, empleados, súbditos, etc., cada cual en su mesa y cada cual a su mesa, y, si alguien dice que no quieren comer de sus angustias envenenadas, y si alguien dice solamente que prefiere no comer alimentos envenenados de cultura egoísta, de tradición egoísta, de religión grasienta, de política corrupta, de esclavismo aceptado, etc., entonces se convierte a sus ojos en un terrorista, en un malo, en la oveja negra, y en el mejor de los casos en un endemoniado, en un poseído, en un loco, etc. tal cual, habéis hecho con los mensajeros y enviados que os ofrecí para guiaros, para alumbraros el camino, o, por lo menos, para alumbrar vuestras mesas, a fin de aclarar vuestra visión para que pudieseis ver que en vuestras mesas, estáis sirviendo venenos para acabar con vuestras propias vidas y las vidas de aquellos que supuestamente queréis.
Cada cual ve reflejados en los que creen sus enemigos sus propios defectos, y, tratan de aniquilarlos creyendo inconscientemente que acabar con sus enemigos es acabar con todos sus defectos, y, la verdad es que, acabar con vuestros enemigos, no es acabar con vuestros defectos, si no, procurarles firmeza y arraigo social.
Cada cual ve reflejados en los que creen sus enemigos sus propios defectos, y tratan de exterminarlos creyendo inconscientemente que acabar con sus enemigos, es acabar con todos sus defectos, y, la verdad es que, acabar con vuestros enemigos, no es acabar con vuestros defectos, si no, sumergirse inconscientemente cada vez más ciegamente en ellos, si no, que, es voluntariamente sumergirse profundamente en vuestras propias ciegas maldades, si no, que, es arrojarse cuidadosamente a lo más profundo y obscuro de vuestras almas irracionales.
Cada cual ve reflejados en los que creen sus enemigos sus propios defectos y conscientemente los señalan, y conscientemente los acusan, y los culpan conscientemente de sus propias irresponsabilidades.
Los religiosos señalan, acusan y echan la culpa de sus irresponsabilidades a sus prójimos. Señalan, acusan y echan la culpa a los padres por educar erróneamente en la religión a sus hijos ¿Y, quien ha educado religiosamente mal a estos padres, para que se aparten de sus doctrinas y religiones, si no, los religiosos?
Los religiosos señalan, acusan y culpan a los padres por fomentar en sus hijos la falta de fe, la falta de amor y de la falta de creer en Dios ¿Pero, quien a educado religiosamente mal a estos padres o abuelos, para que sus hijos se aparten de sus doctrinas y religiones, si no los religiosos?
Los religiosos, señalan, acusan y culpan de la falta de fe, de la falta de amor, de la falta de justicia, de la falta de paz y alegría verdadera, a la sociedad, a los políticos, etc. ¿Y, quien si no los religiosos han sembrado con sus doctrinas de hombres la falta de fe, la falta de justicia, la falta de amor y la falta de alegría natural? ¿Y, quien ha participado activamente con todos los poderes sociales egoístas visibles y ocultos, que han esclavizado a la humanidad hasta hoy, si no, los voluntariosos religiosos ciegos por los afanes terrenales? Afanes terrenales que aconsejan a los pobres, a los obreros, a los sumisos esclavos a renunciar en nombre de sus inventados dioses, que no tienen nada que ver con el verdadero Dios, o, en su irresponsabilidad hasta se apoyan en Dios, en los profetas y enviados, para que los esclavos sociales, obreros, pobres, etc. no se despierten, no se rebelen, no se vuelvan improductivos, etc. y que no se preocupen por si mismos, que no se afanen por el mañana propio, si no, que egoístamente se afanen por el mañana de sus jefes, de sus empresarios, de sus amos, de sus ricos, de sus políticos, de sus poderosos. Esto es lo que os aconsejan vuestros religiosos, que no os afanéis por vuestro mañana, si no, que os afanéis por el mañana de vuestros injustos opresores.
Hijos míos despertad ¿No veis como políticos, religiosos, jefes de estados, etc. os hacen responsables de su irresponsabilidad? Ellos os señalan, os acusan y culpan de todos los males de este mundo y ellos son los que os han educado y guiado desde los comienzos de la humanidad. Pero, tan claro como el cielo azul y la noche estrellada, que, ellos son los verdaderos culpables de toda la maldad de este mundo, ellos son los verdaderos responsables de todas las culturas maliciosas, pero, a mis ojos, vosotros también sois culpables y responsables de que os dejarais educar y guiar por estos malignos ¿Acaso notáis que ricos, poderosos, políticos, sindicalistas, periodistas, empresarios, religiosos, etc., sean diferentes o más inteligentes que vosotros, acaso no aspiráis y rellenáis socialmente todos estos lugares?
¿Acaso, no salen de vuestras entrañas todos estos monstruos que religiosamente os conducen y guían?
¿Acaso no salen de vuestras entrañas estos monstruos que políticamente os conducen y guían?
¿Acaso, no salen de vuestras entrañas, estos monstruos que socialmente os esclavizan y cargan vuestros cuerpos y almas de pesadas cargas? ¿Por qué entonces os dejasteis conducir maliciosamente durante las regeneraciones, acaso, en vuestros corazones no se escondan las mismas malicias, acaso, en vuestros corazones no participéis de los mismos afanes?
¿Por qué entonces, os dejáis conducir y guiar, por estos monstruos que os sumergen en un mundo de injusticia y violencia?
¿Por qué entonces, os dejáis conducir y guiar, por estos monstruos que os explotan y esclavizan?
¿Por qué entonces, os dejáis conducir y guiar, por estos monstruos egoístas e irracionales?
¿Quizás sea porque es lo que habéis sembrado?
¿Tal vez sea porque los habéis parido?
¿Quizás sea porque estos son vuestros frutos más sabrosos y deliciosos?
De verdad os digo que, no os dejáis conducir ni guiar por los consejos de Dios, ni por Dios mismo, si no, que vosotros mismos habéis sembrado y parido estos malos frutos que ahora atormentan y angustian a la humanidad, y, que al ser vuestros maliciosos pero queridos frutos, en vez de repudiarlos y apartarlos de vosotros, agacháis la cabeza o miráis hacia otro lado, y dejáis hacer, y os dejáis conducir por el fruto monstruoso y envenenado salido de vuestras más profundas y maliciosas entrañas. Vosotros los señaláis, acusáis y culpáis de todos vuestros males, y ellos hacen lo mismo con vosotros, pero al fin y al cabo, unos y otros estáis apartados de los consejos de Dios, estáis apartados de mí.
Dios del Cielo (Cristo Maestro Andar)
Acudid a la llamada de vuestro pastor, levantaos ovejas mías! ¡Acudid a la llamada de vuestro Padre, despertad y levantaos hijos míos!
¡ACUDID A LA LLAMADA DEL DIOS DEL CIELO!
¡Manifestaos por la justicia social, por la igualdad social y económica, por la paz, por el amor, por la libertad y por vuestra felicidad, todos los domingos a las 13 horas por toda la Tierra. Así se conocerán mis ovejas, mis hijos, mis santos, así se conocerán mis ángeles, así os reconoceré, y, así, sabré que me reconocéis, y, que, no os avergonzáis de mi, pues quien se avergüenza de mi, se avergüenza del bien, y, se avergüenza de todo lo que está Escrito en las Sagradas Escrituras, y, además se avergüenza de llevar parte de mi genética Divina, y, además es cómplice del mal que domina este mundo!
¡POR UN SOLO PAIS, EL MUNDO! ¡POR UNA SOLA BANDERA! ¡POR UN SOLO IDIOMA! ¡POR UN SOLO DIOS!
Os quiero hijos míos. Justicia, paz, amor y felicidad.-Dios Poderoso (Cristo Maestro Andar)
Mandar a todo medio de comunicación, organismos, ONU, políticos, religiosos, iglesias, ONG, sindicatos, Internet, etc., nacionales e internacionales (Traducir a otros idiomas)
(Más información en: cristo.webblog.es, ungranmonte.rsfblog.org, ungranmonte.wordpress.com, ungranmonte.blogia.com, ungranmonte.blogspot.com)
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